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La covid-19 nos ha cambiado la vida completamente a todos, nuestra forma de relacionarnos, de enfrentarnos al mundo, de planificarnos, y evidentemente, también de trabajar. Hasta ahora en España se trabajaba principalmente de manera presencial, con un contacto estrecho con los compañeros y reunidos sin distanciamiento social. Desde este año el teletrabajo se ha visto como una alternativa eficaz para evitar la propagación de la covid-19 en aquellos puestos que lo permiten, sin embargo, a nivel psicológico nos supone una serie de retos, ya que no estamos acostumbrados a trabajar de esta manera. Veamos a continuación algunas pautas para una debida gestión del teletrabajo.

Teletrabajo: bienvenido a una nueva era

El teletrabajo ha llegado para quedarse en España. Antes del confinamiento solo un 5% de los trabajadores que podía adaptar su trabajo al teletrabajo lo hacía, y durante el confinamiento lo hizo un 34%. Un total de 3,01 millones de personas en España teletrabajan de manera habitual, lo que supone triplicar el número de trabajadores que lo hacía en 2019 (INE, 2020). Aunque el teletrabajo haya llegado en muchos puestos de trabajo para quedarse o para compaginarse con el trabajo presencial, ha supuesto un cambio importante para las personas y para los puestos de trabajo, que deberá pasar por una curva de aprendizaje y adaptación para una adecuada gestión del teletrabajo y sobre todo, del tiempo.

Ventajas y desventajas del teletrabajo

El teletrabajo ha aportado grandes ventajas: como la facilidad de conciliación laboral, la menor exposición al coronavirus, flexibilidad de jornada, trabajar más cómodamente desde casa, eliges, la ropa, el lugar…, ahorras tiempo en desplazamientos, y el coste económico que implica. También para las empresas supondrá un sustancial ahorro en ya que se podrán desprender de los locales y oficinas.

Sin embargo, también conlleva una serie de desventajas:

  • Se pierde el “ambiente laboral”, no hay el mismo contacto con los compañeros y se pierde la parte más social, que al final significa un gran refuerzo para el trabajador. Además, provoca una percepción de soledad.
  • Dificultad para desconectar del lugar de trabajo cuando se termina la jornada. Al final sigues estando en tu casa.
  • Fomenta un estilo de vida sedentario por la falta de movilidad al pasar más tiempo sentados del que pasaríamos si fuéramos a trabajar. A esto se le suma el “síndrome de la patata en el escritorio”, esto es, ahora que teletrabajamos tenemos un mayor acceso a la comida a deshoras, que nos puede hacer constantemente picando y que descontrolemos los horarios de comida.
  • Se propicia la cultura del presentimismo, ya que como puedes trabajar desde casa, se tiene la idea equivocada de que se puede trabajar, aunque estés enfermo o te encuentres mal.
  • A veces se trabajan más horas de la jornada, lo que no implica un mayor rendimiento, sino más agotamiento.
  • Dificultad para distanciarse psicológicamente del trabajo, al final trabajamos en el mismo lugar donde tenemos nuestro tiempo libre, y tenemos la sensación de “estar siempre disponibles”.

¿Cuál es el «perfil ideal» del teletrabajador?

La Asociación Española de Teletrabajo ha definido cuáles serían las características psicológicas ideales del “teletrabajador”. Tanto no tener estas características como tenerlas en exceso puede suponer un problema a la hora de distribuir nuestro tiempo a la hora de una adecuada gestión del teletrabajo y por supuesto, de un ajuste psicológico al puesto.

¿Te identificas con alguna de ellas?

  • Disciplina y constancia.
  • Gran capacidad de adaptación (las tecnologías cambian rápidamente, así como los nuevos conocimientos que se precisan para usarlas).
  • Aptitud para trabajar en un ambiente de poco contacto social y sin feedback de compañeros.
  • Alto autocontrol para organizarse sin apenas supervisión exterior.
  • Capacidad para automotivarse y no desanimarse.
  • Autonomía y facilidad en la toma de decisiones y resolución de problemas.
  • Habilidades tecnológicas más allá de las necesarias para el trabajo.
  • Buena capacidad de planificación para cumplir horarios y fechas de entrega.
  • Alta autoeficacia.

El desajuste entre las características “ideales” para este puesto y las características reales de los teletrabajadores pueden ocasionar problemas en la salud física y/o psicológica de los trabajadores. No hay una personalidad correcta o incorrecta para teletrabajar, sino que distintas aptitudes, experiencias, estilos motivacionales y preferencias individuales pueden ayudar a desempeñar más fácilmente el teletrabajo.

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Afección emocional del teletrabajo

Aunque el teletrabajo como tal tiene sus ventajas e inconvenientes también está teniendo consecuencias a nivel psicológico para los trabajadores. Los estudios sobre el teletrabajo coinciden en que estos trabajadores desarrollan más problemas de estrés, irritabilidad, soledad, miedo y culpa. Incluso algunos indican que estos trabajadores pueden experimentar más trastornos psicológicos.

A continuación, vamos a destacar las consecuencias psicológicas más importantes de trabajar desde casa:

  • Estrés por la nueva situación: Toda nueva situación a la que nos tenemos que adaptar puede ser susceptible de generar una respuesta de estrés en las personas. Partimos de una forma de trabajar muy presencial y al paso al teletrabajo y la adaptación a este medio supone una fuente de estrés si no contamos con las características psicológicas adecuadas. Además, la falta de organización y de resultados mediante este método de trabajo puede hacer que nos sintamos menos eficaces y con más estrés y sobrecarga laboral. Incluso llegando a sufrir “burn out” si la situación persiste en el tiempo.
  • Adicción al trabajo (“workaholic”): La adicción al trabajo se caracteriza por una excesiva dedicación de tiempo y esfuerzo al trabajo, así como comportamientos compulsivos y muchas veces involuntarios para continuar trabajando, acompañado de un desinterés general por otro tipo de actividades. Los teletrabajadores pueden ser especialmente sensibles a la adicción al trabajo, ya que el ambiente del teletrabajo es propicio para ello por la falta de control externo. Si antes estas personas podían pasar horas y horas en la oficina, ahora es aún más difícil desconectar porque tenemos la oficina en casa.
  • Sentimiento de soledad y aislamiento por falta de contacto físico: La disminución de la comunicación cara a cara disminuye el bienestar emocional de los trabajadores. Para muchos trabajadores, la interacción social en el trabajo es de suma importancia y la separación de los compañeros, las bromas y los rumores típicos del ambiente de oficina, suponen un estrés psicológico.  Además, de la pérdida del rol laboral y social, puede hacer que el trabajador sienta que no pertenece a la organización como antes. Lo que genera inseguridad y miedo a los trabajadores.
  • “Tecnoestrés”: Se refiere al estrés que genera la adaptación continua a las nuevas tecnologías que no paran de cambiar. Esta adaptación está muy relacionada con características psicológicas individuales como la autoeficacia, autocontrol, organización, flexibilidad…, así como con la formación específica y continua. El “tecnoestrés” se manifiesta de dos maneras distintas pero muy relacionadas: la tensión ante trabajar con dispositivos tecnológicos o su utilización exagerada. Puede ir desde la inhabilidad para manejar el móvil o un portátil hasta la ansiedad por revisar continuamente el correo o extender de más las jornadas laborales por seguir conectados a Internet. El teletrabajo, por depender de las nuevas tecnologías, se encuentra en un constante desarrollo porque exige a los trabajadores una actualización de equipos y herramientas tecnológicas, así como de sus conocimientos y habilidades, lo que puede suponer en sí mismo un estresor. Y no olvidemos que cualquier tipo de estrés puede afectar gravemente a la salud.

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8 Consejos para una adecuada gestión del teletrabajo

Por ello, cómo gestionar el teletrabajo nos ha supuesto un reto como sociedad. Te damos algunas pautas para aprender a hacer un gestión del teletrabajo de forma eficiente:

  • Utiliza aplicaciones o plataformas para mantenerte conectado con tus compañeros. Ahora es más difícil mantener el contacto social, pero se puede seguir intentando de manera “online”, por ejemplo mediante las videollamadas como alternativa a la comunicación.
  • Utiliza ropa cómoda, pero no caigas en el error de teletrabajar en pijama. Esto te ayudará a delimitar la diferencia entre trabajar y estar en casa cómodamente.
  • Establece un espacio diferenciado en casa para teletrabajar dentro de tus posibilidades. Si es posible intenta que no sea en el salón, sino en otra habitación. Y si no es posible, monta y desmonta tu puesto cada vez que trabajes. Puedes cambiar de vez en cuando el lugar de trabajo pero lo recomendable es que sea siempre el mismo lugar.
  • Planifica el tiempo de tu jornada laboral. Antes de comenzar a trabajar planifica tu día o tu semana y cuáles son las tareas que vas a tener que hacer para facilitar la concentración. Organiza tu jornada con los descansos necesarios, intenta que sean a una determinada hora y de una duración específica. Escribe las tareas que tienes que hacer, así te sentirás más liberado “mentalmente” pues tienes toda la organización en papel. Comprueba semanalmente si estás cumpliendo lo que te has propuesto y si no es así, cambia tu organización. Puedes estar siendo muy exigente, poco realista con los objetivos o no te estás organizando de forma adecuada.
  • Si tienes flexibilidad horaria, aprovéchala. Nadie mejor que tú sabe cuáles son las horas en que rindes más, trata de realizar en ese tiempo las tareas más difíciles y deja para los momentos en los que te encuentras más cansado las más sencillas.
  • Controla las distracciones: Cuidado con las llamadas inesperadas, las redes sociales, Whatsapp… Desactiva las notificaciones del teléfono y los accesos directos en los navegadores. 
  • Cumple tu hora de comienzo y fin de la jornada laboral: Trabajar desde casa puede hacer que extendamos la jornada laboral, mantente firme en tu horario y empieza y termina a la hora que está determinada. Es importante que tengas tiempo libre y de ocio, y desconexión. Cuando se acabe tu jornada desconéctate. Si es necesario apaga el móvil, o cierra la sesión en la cuenta del correo para que no te lleguen mensajes. Trata de no atender nada que esté fuera de tu horario laboral. 
  • Haz una breve rutina de desconexión después de trabajar. Es decir, si terminas de trabajar a las 8 con el ordenador, luego no sigas haciendo tareas con el ordenador, haz una pausa y lo vuelves a usar después. Puedes aprovechar después para hacer ejercicio, darte una ducha, dar un paseo, hacer algún pasatiempo, etc.

Y si tienes hijos que están en casa mientras teletrabajas…

  • Cierra la puerta mientras trabajas. Eso marca un límite a los niños, además puedes acordar con ellos pasar luego un tiempo juntos. Puedes dejar un cartel en la puerta de que está trabajando, teniendo una reunión etc… 
  • Aprovecha en la medida de lo posible el tiempo que los niños están durmiendo o en el colegio para trabajar.
  • Habilita espacios diferenciados para cada uno, los padres trabajan en un lugar y los hijos hacen las tareas en otro distinto.

El teletrabajo es una modalidad de trabajo que está en aumento en la sociedad en general, y donde el componente psicológico es muy importante ya que el cambio en la forma de trabajar tiene un impacto indudable en el bienestar personal. Las personas tenemos que adaptarnos y aprender la gestión del teletrabajo y del tiempo de manera productiva y eficiente. Poco a poco habrá que acostumbrarse a esta nueva situación y lidiar con el estrés, los límites entre lo laboral y lo familiar. Para desarrollar el teletrabajo eficazmente no se necesita solamente un buen equipo tecnológico, sino las herramientas psicológicas adecuadas.

Por ello, si necesitas ayuda para la adecuada gestión de esta nueva situación, sabes que puedes contar con nosotros. Nuestro equipo de Psicólogos en Madrid capital, y en nuestras otras ubicaciones, psicólogos en Móstoles, Getafe, y Leganés. Despertares Psicólogos es un equipo de psicólogos económicos presente en 5 zonas de Madrid. Te ayudamos?

Autora: Jessica Moraleda, Psicóloga colaboradora en Despertares Leganés y Móstoles

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