La adolescencia es una etapa de la vida en la que se siente una gran cantidad de cambios a distintos niveles: físicos, cognitivos, emocionales, sociales… Además, es en estos momentos cuando va quedando marcada la personalidad y se empieza a usar todo el potencial del razonamiento. Todo ello supone que la adolescencia sea una etapa que a nivel psicológico tenga sus propias características y reglas a partir de las cuales podamos entender, trabajar e intervenir en el óptimo desarrollo de los chavales. Vamos a ver pues, en qué consiste la psicología para adolescentes.
Características psicológicas de la adolescencia
El mundo psicológico y emocional de los adolescentes es apasionante: incertidumbres, experimentaciones, descubrimientos, sensaciones incontrolables… El conjunto de sensaciones que experimentan hace que tengan su propia dimensión emocional en pleno desarrollo hasta lo que normalmente llamamos “ser adulto”, aunque, como bien sabemos, no siempre acaba en un desarrollo pleno.
Pero, ¿qué características psicológicas tienen los adolescentes? Te las detallamos a continuación:
- Egocentrismo: el adolescente se centra en sí mismo, sintiéndose el centro del mundo, independiente de sus padres y del resto de la sociedad.
- Búsqueda de identidad: necesita sentirse que es único y diferente, con su propia identidad inalienable e intransferible.
- Necesidad de intimidad: el adolescente ya no es un niño y necesita su espacio tanto físico como emocional, sintiendo su interior como algo suyo inaccesible para el exterior.
- Incomprensión: el adolescente se siente incomprendido, que nadie entiende su interior, aquello que está sintiendo y viviendo.
- Agresividad: una conducta que preocupa bastante a los padres. Los adolescentes se sienten perdidos y frustrados en muchos momentos, algo que suele acabar en agresividad.
- Deseo sexual: en esta etapa se despierta el deseo sexual debido al papel de las hormonas. Es en esta época cuando empiezan a tener dudas, a experimentar…
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Trastornos en la adolescencia
Ya sabemos que la adolescencia es una etapa de cambios profundos y comportamientos que a veces nos pueden volver locos a los adultos. Pero también hay veces que los adolescentes están pasando por momentos psicológicos difíciles que les estén afectando de forma negativa a su salud mental.
Es en la adolescencia cuando suelen surgir trastornos propios de esta época, más otros que no son exclusivos de una etapa de la vida. Y son los que suelen precisar de recurrir a algún profesional experto en psicología para adolescentes. Entre estos trastornos, los que más suelen afectar a los adolescentes son los siguientes:
- Depresión: obtener malas notas, que se acabe una relación, una discusión con un amiga… son diversas las causas que pueden llevar a un adolescente a sentir una gran tristeza persistente e incontrolable que derive en una proceso de depresión. Los adultos debemos estar atentos a este tipo de sentimientos.
- Ansiedad: sentirse inseguros, obsesionados por ser aceptados por los demás, querer ser lo más perfeccionistas posible, buscar la aprobación y el respeto de sus iguales… todas estas conductas normalmente son causas y señales de ansiedad por parte de los adolescentes.
- Trastornos de la Conducta Alimentaria (TCA): los cambios físicos junto a la necesidad de aceptación de sus compañeros y amigos, puede acabar en una obsesión por el peso y la imagen pudiendo evolucionar a problemas graves de salud. Los Trastornos de la Conducta Alimentaria son tres: Anorexia, Bulimia y Atracones.
- Adicciones: ya sea a móviles, tablets, ordenadores, alcohol o cualquier tipo de droga, la adicción en la adolescencia nos está marcando un problema a resolver, y no solo por la dependencia, sino por la motivación que le puede estar llevando a ese excesivo consumo.
- Conductas de riesgo: altercados con las fuerzas del orden, conductas agresivas, comportamientos antisociales… todas son conductas que conllevan no solo un riesgo para el chaval sino también para las demás personas. Detectarlo y atajarlo a tiempo es imprescindible para el bienestar del adolescente y de la familia.
- Acoso escolar o bullying: ser víctima de la humillación y vejación de los compañeros provocan sentimientos de inferioridad, desconfianza, baja autoestima e incluso ideas de infravaloración hasta llegar a ideaciones suicidas.
- Problemas escolares: sentir ansiedad ante los exámenes, falta de motivación o incluso tener alguna dificultad de aprendizaje son problemas que pueden implicar el abandono del medio escolar del adolescente con las consecuencias negativas que esto tiene para su desarrollo emocional e intelectual.
- Autolesiones: hacerse cortes no es una llamada de atención, es una manera de regular la ansiedad que están sintiendo los chavales ante lo que están viviendo y sintiendo. Trabajar sus causas nos permitirá evitar su repetición en el futuro.
- Problemas de conducta: impulsividad, agresividad, falta de control… todos son comportamientos que implican un gran malestar en el adolescente y en aquellos que les rodean, debiéndose afrontar lo antes posible.
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¿Cómo podemos actuar los padres?
Ya sabemos que la adolescencia es una etapa muy dura para los padres. Los niños pasan de ser personas que nos acompañan y ponen pocas trabas a nuestras propuestas a sentirse independientes y tener su propio criterio, algo que a los padres nos desconcierta hasta tal punto que podemos sentirnos totalmente perdidos y sin herramientas con las que poder actuar.
Por ello, nos gustaría dejaros una serie de recomendaciones sobre cómo podríais actuar con ellos:
- Escuchar: con escuchar no nos estamos refiriendo únicamente a oír, sino a estar atentos a esas señales que nos emiten sin necesidad de palabras ni malos gestos. Los adolescentes no dejan de ser ex-niños que todavía sienten un fuerte lazo emocional con sus progenitores o figuras adultas de referencia, por lo que las llamadas de atención todavía siguen estando activas.
- Comunicación abierta y clara: los adolescentes tienen mucha información aunque no siempre la entiendan. Somos los adultos los que debemos limpiar y explicar toda esa información para que la puedan procesar y entender. Sea el tema que sea: sexo, muerte, violencia, pareja… aunque nos cueste a nosotros, ellos lo van a agradecer.
- Poner límites: aunque los adolescentes se sientan con una personalidad independiente y autónoma, todavía necesitan tener límites que les ayuden a sentir una estabilidad y una seguridad indispensables a la hora de tomar decisiones importantes.
- Fomentar el afecto: la adolescencia es una etapa en la que las emociones están a flor de piel; es como que todo se siente más y de una manera confusa, alocada, caótica. Ofrecer nuestro afecto emocional (y no solo nuestro apoyo material) es imprescindible para su óptimo desarrollo afectivo.
- Permitirnos delegar responsabilidades: los adultos desconfiamos de que esas personas que hace nada eran niños puedan tomar responsabilidades por su cuenta, pero el permitirlo les va a ayudar no solo a ellos a sentirse más seguros en sus decisiones, sino que los adultos verán cómo maduran y se convierten en personas autónomas y decididas en su día a día.
- Pedir ayuda: hay veces que la labor y la capacidad de los padres llega hasta donde llega. Es muy importante saber darse cuenta de esto, y si es preciso, tener la determinación y pedir ayuda a un profesional cualificado con experiencia específica en psicología para adolescentes.
¿Cómo es un proceso terapéutico con adolescentes?
A la hora de trabajar en terapia con los adolescentes debemos tener en cuenta que hay una serie de directrices que valen para todas las edades y otras más específicas por razón de la etapa vital. Así como la realización de una primera entrevista es indispensable en cualquier tratamiento terapéutico que se precie, trabajar el vínculo acorde con el lenguaje, las ideas y el estilo cultural del chaval es indispensable para trabajar con adolescentes.
A la hora de realizar un tratamiento psicológico con adolescentes debemos recoger información y trabajar diferentes aspectos:
- Motivo de la consulta: estamos hablando del problema que le ha hecho venir a consulta al adolescente.
- Historia actual: pedimos información acerca de la frecuencia, intensidad y duración del problema, así como sobre las posibles causas, el curso que lleva y los tratamientos anteriores si los han habido.
- Funcionamiento del problema: investigamos qué es lo que precipita que aparezca el problema, así como la historia y los antecedentes que pueden estar influyendo a día de hoy. También se analiza el resultado y las consecuencias de dicho comportamiento.
- Plan de acción: se establece una idea de lo que está pasando y se detalla un programa de acción para que el adolescente vaya modificando su comportamiento en pro del objetivo establecido.
- Reajustes del plan: a lo largo del proceso terapéutico se van haciendo rectificaciones en el plan de acción que sean necesarias para lograr el objetivo.
- Alta: una vez que el problema no exista o haya dejado de ser problemático (baja intensidad, poca frecuencia…) se procede al alta terapéutica del adolescente.
Beneficios de la terapia
Como ya te habrás imaginado después de haber leído el artículo, la terapia psicológica con adolescentes tiene una serie de beneficios:
- Disminución de los conflictos tanto en el seno familiar como en el colegio.
- Potenciar el desarrollo emocional, personal y social del adolescente.
- Adquisición de herramientas para que el adolescente pueda tomar las mejores decisiones en su vida.
- Aumento de la autoestima y la confianza en sí mismos y en sus capacidades y habilidades.
- Autogestión eficaz de problemas emocionales.
Si en algún momento como padres, o como adolescente, tienes la sensación de precisar ayudar para gestionar mejor esta difícil etapa de la vida, no dudes en contactar con nosotros. En nuestro equipo de psicólogos en Madrid, contamos con profesionales cualificados que te ayudarán de una manera profesional y cercana.
Carlos Postigo, psicólogo experto en psicología para adolescentes.
